Voime tras mi cuidado a rienda suelta,
sin que baste a tenerme lo que veo:
ninguna parte soy con mi deseo,
ni él es alguna para dar la vuelta.
Nadie jamás de esta prisión se suelta;
tan ciego en ella estoy que no la veo,
y la viva pasión con que peleo
viene a ser obstinada y no resuelta.
¿A dónde iré a parar sin esperanza,
tras la mayor ventura sin alguna,
en lo que menos puedo más fiado?
Lo que siempre es mudanza no es mudanza;
agravios es costumbre en mi fortuna;
y estoy tal, que quejarme nos probado.
Juan de Tassis y Peralta
Conde de Villamediana