LOS RECUERDOS
Son aves que se alejan en un vuelo
sin vuelta, los recuerdos... Y un momento,
queda en el corazón, como un lamento,
su aleteo de seda por el cielo.
Cuando tiende la noche el primer velo,
un recuerdo se va, pálido y lento...
—Hay aroma de flores en el viento.—
Y lo vemos partir sin desconsuelo.
Alguna vez se piensa en los ausentes:
y una vaga inquietud llora su queja,
y hay un leve temblor sobre la fuente.
Y apagado el temblor nada se siente:
pero en cada recuerdo que se aleja
vamos agonizando lentamente.
Carlos R. Mondaca