LEJANA
Llueve... Cae la noche mansamente,
y el dolor de la sombra angustia y pesa...
Y esta lluvia tediosa que no cesa
de gemir en el alma y el ambiente.
Pienso en todo y en nada... Suavemente,
siento un vago recuerdo que me besa...
Una esquila solloza su tristeza;
y algo pasa aleteando por mi frente.
Temblorosa campana del convento,
tal vez trae tu queja la plegaria
de la que pudo ser y nunca fue...
Tiene humedad de lágrimas el viento:
llanto tal vez de aquella solitaria,
de aquella que me amaba y que no amé...
Carlos R. Mondaca