EL HOMBRE PLANETARIO
XIV
¡Escuchad cómo estallan las corolas!
La abeja celestina
les entrega mensajes fecundantes.
Los vegetales reptan enlazados,
se alzan hacia la luz
con idéntica angustia
a extasiarse en el reino de los pájaros.
Picos y alas protegen las semillas
del asalto mortal de los insectos.
Y la vida perdura
desde la nube al fondo de los mares
en donde el pez humilde,
hermano mutilado,
pordiosero del agua
agita sus harapos.
Seres elementales, plantas, piedras,
animalillos libres y perfectos:
fragmentos nada más del puro cántico
total del universo.
Jorge Carrera Andrade