A LOS ACENTOS RONCOS DE MI CANTO
Mas ya perdido este uso, se rehizo
Por un no sé qué Bernia italiano,
De donde fue en España advenedizo.
Del vándalo andaluz y castellano
Fue recebido con aplauso y pompa,
Y aun muchos le trataron como a hermano.
A cuál enseña a resonar la trompa
Del ave venenosa que, en picando,
Es necesario que su vida rompa;
A cuál hace también, contrapunteando,
Gustar de un inferior regüeldo tanto,
Que casi se va en otro transformando.
Luis Barahona de Soto