Yo acuerdo revelaros un secreto
en un soneto, Inés, bella enemiga;
mas, por buen orden que yo en esto siga,
no podrá ser en el primer cuarteto.
Venidos al sigundo, yo os prometo
que no se ha de pasar sin que os lo diga;
mas estoy hecho, Inés, una hormiga:
que van fuera ocho versos del soneto.
Pues ved, Inés, qué ordena el duro hado:
que teniendo el soneto ya en la boca
y el modo de decillo preparado,
conté los versos todos y he hallado
que, por la cuenta que a un soneto toca,
ya este soneto, Inés, es acabado.
Baltasar del Alcázar