LAS DOS PALABRAS
Un Monte es un Monje parado sobre su cabeza
Un Monje es un Monte sentado sobre sus pies
Monte y Monje
Son la misma cosa
El Monte con su cabellera de fuente de lodo
El Monje como un siluro dando coletazos al aire
No hay un Monte que no haya cabalgado sobre un Monje
No hay un Monje que no haya arrancado de raíces un Monte
Los Monjes se dan silvestres
Oran como relojes de péndulo
A garrotazos
Silvosos como una misa en la calle pelada
Un Monte que grita
Es un Monte que calla
El Monje corta el Monte con una cuchilla
El Monte desgarra el Monje con un serrucho
Hay que hablar bien para que todo quede claro
Armando Romero