PERMANECER EN LAS SOMBRAS
Permanecer en las sombras, al hilo del insomnio, hasta que la
atención penetre en la noche.
En el tejido compacto de la noche.
En el uniforme apaciguador e inmóvil tejido de la noche.
Y distinguir su trama, hebra a hebra. Y vislumbrar la luz que,
emboscada, se oculta. Que, sin embargo, deja averiguar las pulsaciones
sofocadas del acecho. La luz que, inevitablemente, se
cierne.
A qué espera para soltar su relámpago, rápido y brillante como
una vena abierta.
A qué para, con su detonación, hacer que lo oscuro retroceda, se
comprima, se disuelva, se absorba debajo de las cosas y se alargue
tras ellas, marcando —unas tras otras— las horas a su alrededor
A qué espera para descubrir tanta variada y alterable realidad.
A qué, para trasmutar el reposo en geometría, distancia, iris,
diferencia…perturbación.
Ana Rossetti