VI. DILEMA
O no hay alma, y mi muerta ya no existe
(conforme el duro y cruel "polvo serás")...
o no puede venir, y está muy triste;
pero olvidarse de mi amor, ¡jamás!
Si de lo que ella fue sólo viviese
un átomo consciente, tras la fría
transmutación de los sepulcros, ¡ese
átomo de conciencia me amaría!
Noviembre 19 de 1912
Amado Nervo
Y en Obras completas, Madrid, Aguilar, 1972 (Los Grandes Clásicos).