II. ¿POR QUÉ?
¿Por qué tú que me amabas con esa multiforme
solicitud celeste, me dejas hoy? ¿Por qué
no acudes a mis lágrimas?
—Es un misterio enorme...
—Es un misterio enorme..., ¡pero yo lo sabré!
Octubre 22 de 1912
Amado Nervo
Y en Obras completas, Madrid, Aguilar, 1972 (Los Grandes Clásicos).