I. ESTE LIBRO
Un rimador obscuro
que no proyecta sombra,
un poeta maduro
a quien ya nadie nombra,
hizo este libro, amada,
para vaciar en él
como turbia oleada
de lágrimas y hiel.
Humilde florilegio,
pobre ramo de rimas,
su solo privilegio
es que acaso lo animas
tú, con tu santo soplo
de amor y de ternura,
desde el astro en que estás.
¡Un dolor infinito
labró en él con su escoplo
tu divina escultura,
como un recio granito,
para siempre jamás!
Mayo 23, 1912
Amado Nervo
Y en Obras completas, Madrid, Aguilar, 1972 (Los Grandes Clásicos).