A PICASSO
Quien lentamente vivió
para su arte
me hace suplicarle al tiempo
que camine muy despacio.
Papeles, telas, murales,
señalados por sus manos,
permanecen.
¡Oh libertad prisionera!
¡Oh vida en muerte!
¡Salvador del tiempo!
¡Óyeme!
Quisiera llenar las horas
como tú las llenas,
con el mismo ímpetu y freno
de tus líneas y colores.
Yo quiero
que estos años,
los que faltan,
duren mucho.
(Y no lo digo por mí,
aunque tampoco
soy joven).
Lo digo por ti,
Picasso,
que mereces
tiempo lento,
para vivir
y pintar...
Y por mis ojos.
Manuel Altolaguirre