ENSIENPLO DEL MUR DE MONFERRADO E DEL MUR DE GUADALHAJARA
Estrofas 1370-1386
Mur de Guadalhajara un lunes madrugava,
fuese a Monferrado, en el mercado andava;
un mur de franca barva rresçebiól' en su cava,
conbidól' a yantar e diole una hava.
Están en mesa pobre, buen gesto e buena cara;
con la poca vianda buena voluntad para,
a los pobre manjares el plaser los rrepara:
pagós' del buen talante mur de Guadalhajara.
La su yantar comida, el manjar acabado,
conbidó el de la villa al mur de Monferrado,
que el martes quisiese yr veer su mercado,
e como él fue suyo, fuese él su conbidado.
Ffue con él a ssu casa e diol' mucho de queso,
mucho tosino lardo, que non era salpreso,
enxundias e pan cocho syn medida e syn peso:
con esto el aldeano tóvos' por byenapreso.
Manteles de buen lino, una blanca talega,
byen llena de farina: el mur ally se apega;
mucha onrra le fiso e serviçio que l' plega,
alegría e buen rostro con todo esto s' allega.
»Está en mesa rrica mucha buena vyanda,
un majar mijor que otro a menudo ay anda,
e demás buen talante: huésped esto demanda:
solás con yantar buena todos omes ablanda.
»Do comíen e folgavan, en medio de su yantar
la puerta del palaçio començó a ssonar:
abríela su señora, dentro quería entrar,
los mures con el miedo foxieron al andar.
Mur de Guadalhajara entrose en su forado,
el huésped acá e allá fuya deserrado:
non tenía lugar çierto do fuese manparado,
estido a lo escuro a la pared arrimado.
Çerrada ya la puerta e pasado el temor,
estava el aldeano con fiebre e con tremor;
falagábale el otro e diz': «Amigo señor».—
«Alégrate e come de lo que as sabor.
»Este manjar es dulçe e sabe como la miel»:
dixo el aldeano: «Venino yase en él:
al que teme la muerte el panar sabe a fiel;
a ty solo es dulçe: tú solo come dél»
Al ome con el miedo non sabe dulçe cosa,
non tiene voluntat con vida temerosa:
temiendo en la muerte la miel non es sabrosa,
todas cosas amargan en vida peligrosa.
Más quiero rroer favas seguro e en paz,
que comer mill manjares corrido e syn solaz:
las viandas preçiadas con miedo son agraz,
todo es amargura do mortal miedo yaz'.
Porque tanto me tardo, aquí todo me mato,
del miedo que cogí, quando bien me lo cato,
cómo estava solo: sy veniera el gato,
ally me alcançara e me diera mal rrato.
Tú tyenes grandes casas, mas ¡ay mucha conpaña!
comes muchas viandas: aquesto te engaña!
buena es mi pobresa en ssegura cabaña:
que el ome mal pisa e el gato mal rascaña.
En paz e segurança es rrica la pobresa;
al rrico temeroso es pobre su rriquesa:
tyene syenpre rreçelo con miedo e tristesa:
la pobredat alegre es muy noble rriquesa.
Más valen en convento las sardinas saladas,
fasyendo a Dios serviçio con las dueñas onrradas,
que perder la mi alma con perdises assadas,
e fyncar escarnida com' otras deserradas.—
Diz' la vieja: «Señora, desaguisado façedes,
dexar plaser e viçio e laseria queredes,
así como el gallo, vos así escogedes:
desirvos he la fabla e non vos enojedes».
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, 1320