DE CÓMO DON AMOR E DON CARNAL VENIERON E LOS SALIERON A RRESÇEBIR
Estrofas 1210-1224
Vegilia era de Pascua, arbil çerca pasado,
el sol era salido, por el mundo rayado:
fue por todo el mundo gran rroydo entrado
de dos enperadores, que al mundo han llegado.
Estos enperadores Amor e Carnal eran.
A rresçebirlos salen quantos que los esperan,
las aves e los árboles noble tyenpo aueran.
los que Amor atyenden, sobre todo se esmeran.
A don Carnal rresçiben todos los carniçeros,
e todos los rrabíes con todos sus aperos,
a él salen triperas taniendo sus panderos,
de muchos que corren monte llenos van los oteros.
El pastor lo atyende por fuera de carrera,
taniendo su çanpoña e los albogues, espera;
su moço el caramiello, fecho de cañavera;
tanía el rabadán la çítola trotera.
Por el puerto asoma una seña bermeja,
en medio una fegura: cordero me semeja;
venie derredor della baylando mucha oveja,
carneros e cabritos con su chica pelleja.
Los cabrones valyentes, muchas vacas e toros,
más venien çerca della que en Granada moros;
muchos buxes castaños, otros hoscos e loros:
non los conpraríe Dario con todos sus thesoros.
Veníe don Carnal en carro muy preçiado,
cobierto de pellejos e de çuero çerrado;
el buen enperador estav' arremangado,
en saya, faldas en çinta, en sobra byen armado.
Traye en la su mano una segur muy fuerte:
a toda quadrupea con aquella da muerte:
cochiello muy agudo, a la rres qu' acomete,
con aquél la degüella, a desollar se mete.
En deredor çeñida traye de la çynta,
una blanca rrodiella: en su sangre está tynta.
Al cabrón, qu' está gordo, él muy mal gelo pynta,
faz'le fazer «¡bé!» quadrado en boz doble e quinta.
«Buena coffya 'n su cabeça, qu' el cabello no l' ssalga,
tiene vestida queça blanca e rabygalga,
en el su carro otro a par dél non cavalga,
a la liebre, que sale, luego l' echa la galga.
En derredor de ssy traye muchos alanes,
vaqueros e de monte tray' otros muchos canes,
ssabuesos e podencos, que l' comen muchos panes,
e muchos nocharniegos, que saltan matacanes.
Ssogas para las vacas, muchos pesos e pessas,
tajones e garavatos, munchas tablas e mesas
para las sus treperas gamellas e artesas,
las alanas paridas en las cadenas presas.
Rrehallas de Castiella con pastores de Ssoria
rrecíbenle en sus pueblos e dízenle grand' estoria,
taniendo las canpanas en deziendo la gloria:
de tales alegrías non ha 'n el mundo memoria.
Posó el enperador en las carniçerías:
venienl' obedesçer villas e alcarías.
Dixo con grand' orgullo muchas bravas grandías,
començó el fidalgo fazer cavallerías.
Matando e degollando e dessollando rresses,
dando a quantos veníen, castellanos e ingleses;
todos le dan dineros, rreales e torneses:
cobra quanto ha perdido en los pasados meses.
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, 1320