ALONDRA DE ZIRESA
Canta, suspensa en el aire
como un astro momentáneo
como la luz hecha trino
o como el aire hecho pájaro,
la alondra, y las alas bate
como si abrazase al breve
torbellino que a su cuerpo
liviano en alto sostiene:
un torbellino que forman
su entusiasmo y su aletada
mientras de un gajo de espacio
su peso no se desplaza
—y, hecha sol de aplauso y trino,
al sol naciente conjura
con su feliz simulacro
para que aleje a la bruma.
Ángel Crespo