LA TARDE: EL PÁJARO
He perseguido al pájaro oculto de la tarde
buscándole en la sombra
del olivar, tocando
sólo su sombra al pie del derruido
muro, llegando tarde.
El ceniciento pájaro, el que va
y viene entre los trigos y la acequia
tejiendo y destejiendo
el cambiante perfil de cada tarde.
Pájaro de perfil cuando de frente
es preciso coger sus plumas, y elevado
cuando está a ras de tierra la ocasión de prenderle
al cabo de la tarde.
Tascando el freno, desmontando, huyendo,
cabalgando a la prisa,
haciéndola girar
sobre sus pies, en medio de la tarde,
descubriendo las huellas recientes de su vuelo
en el mal hilvanado vacío de un segundo,
en el distinto aroma de la hoja
que está más azulada por la tarde,
perseguir a este pájaro es difícil,
incluso hallar la pluma
que perdió en el esfuerzo de la huida:
solitario trofeo de la tarde.
Ángel Crespo