AL MOÑO DE MERCED
Me cuentan que ibas corriendo
Como una sílfide alada,
Cuando de tus blondas trenzas
Te lo robaron las auras;
No sé yo de tal historia
Si es cierta o es inventada;
Pero lo que sé es que ardiendo
De amor y de dicha el alma,
Traigo tu moño en la bolsa
Desde ayer por la mañana;
Que le he hecho mil caricias
Y pienso hacerle otras tantas,
Que por ser color de rosa
Y por ser tuyo me encanta,
Y que por toda la vida
Lo guardaré donde se halla,
Reunido con un billete
Que compré, de La Esperanza,
Con cosa de diez poesías,
De dos vales y una carta
Que me escribió hace dos meses
La que me dio calabazas.
Aquí lo tengo, y a menos
Que deje esta vida amarga,
No abandonaré tu moño,
Dulce cariño del alma,
Ni por lo uno ni por lo otro,
Ni por esto ni por nada,
Que de esa prenda querida
Pienso, merced adorada,
Hacer el hermoso emblema
De todas mis esperanzas.
Manuel Acuña