SONETO
A MI QUERIDO AMIGO VICENTE FUENTES
¡Oh, tú que a la llegada de mi santo
Tu tarjeta y tus plácemes me envías
En prueba de las buenas simpatías
Con que has sabido distinguirme tanto!
¡Oh, tú que en vez de música y de canto,
Y en vez de bandolones y poesías,
Vienes y llegas y me das los días
Con un Vicente Fuentes que da encanto!
Párate, y sabe que, aunque no lo creas,
Te he agradecido en mi ánimo infinito
El que tan bueno con tu amigo seas;
Pero también que sepas necesito
Que ya que tantos años me deseas,
Debes darme el remedio y el trapito.
Manuel Acuña