Aún se estremece y se yergue y amenaza con su espada
Bebe ¡oh Dios! Entre los bosques, al través de la espesura
Canta Lok en la oscura región desolada
Con sus rubias cabelleras luminosas
Crespas olas adheridas a las crines
¡Enorme y santa Rusia, la tempestad te llama!
Envuelta en sangre y polvo la jabalina
Por sanguinario ardor estremecido
Un Dios misterioso y extraño visita la selva
Vibra el himno rojo. Chocan los escudos y las lanzas