Campos desiertos, cabezas raspadas
Colectando las lágrimas del mar
Constelaciones atravesando sus malditas
Esta mañana tus tentáculos me tentaban
La alfombra del otoño cubre su cuerpo
La niebla de tu mirada busca mis medidas
Mañanas tan tristes en tu horizonte
No dudo, solo me protejo de tu mirada
Oídos agudos se llenaron de susurros
Qué estupidez la ironía de tu camino
Se marchó sin ninguna explicación
Sentada bajo la sombra de su manzano
Sentada entre las rocas del mar
Testigo que te extrañó más en Abril
Ya paso el trago amargo de la melancolía