Brilla a instantes la luz concebida, otrora renacer de espíritus aislados
Célebre música, salió al alma como polvo al viento
Cerca de lo más alto de sus colinas, me fatigaba en placer bestial
Desde que te enamoraste dejaste de venir a verme, excepto, por la devolución de mi llanto
La amaba tanto , como a la tintura de mis sábanas
Lluvia altanera, que dejaste en mis umbrales la flor de la vida enferma
Majestuosa esperanza que ostenta la vida en presencia del engendro solsticio
Rostro maligno oculto entre apariencias
Sentado contabas los episodios que vendrían
Tenías esa noche un brillo intenso alrededor de tus ojos
Todas las cosas ocurridas afectaron mis emociones en presunta calma
Tu ausencia golpea en mi armadura de fiebre flamante doncella