Aguzamos el oído para escuchar tras las ventanas
allí también la vida estuvo en otro tiempo
amor más misterioso que los muertos
Ángeles de mármol, ¿era acaso el cielo
Bate en el corazón una palabra
Cae la tarde, el perdón, una niebla
Como espeso jarabe, vivo inmerso
El corazón es mi potestad; el tórax, mi cárcel
En esta tarde limpia nadie quiere
En medio del bullicio de la tarde
Forma etrusca, dios foráneo, mensajero
Ha cambiado la calle: en otro tiempo
Hay sobre la madrugada un vidrio opaco
He colgado a mis víctimas de un árbol
Hoy escribo sin apretar la mano
La carrera de un extremo hasta el otro
Lluvia de la mañana, insuficiente
Noche junto al río. Serena emerge
otra vez atardece junto al viejo molino
para que se cumpla la ley que me obsesiona
Por amor nos laceramos las manos
Río de invierno: ya más escaso
Surge en lo alto de la calle el campanario
Vuelve la tormenta: un gato negro