A veces, cuando te dibujas al viento
Así me iré de aquí: solo, sin un abrazo, sin un adiós, sin una sonrisa
Calles agrietadas, empolvadas de hambre
Cuando las esperas llegan a su fin
Cuando se acuerde de mentir la madrugada
De los carboneros aprendí la palabra
La felicidad es semejante a un hombre
Me basta tan solo un detalle, algo mínimo
Me despierto deseando la bondad
Me esfuerzo por parecer callado
Me soy, es decir, soy en mí, conmigo
Mi sombra posa en las esquinas
Mujer, es para mí quererte la agonía
No quiero caer preso como juramentos de tinta
Por ti madrugo como ojos de tigre
¿Por qué escucho ruidos de hambre en mi cocina?
Te quiero porque sí y te quiero porque no
Una hoja roja pintada sin una rama