EL BAJO MAGDALENA
IX
EL ANOCHECER
Canta la fuente en el jardín.
La tarde se apaga, seda y oro,
y otra nube en el ocaso
entre arreboles arde.
Baja la noche. El pensamiento sube.
En torno, sombras.
Entra todo en reposo.
El bosque es negra mancha.
La visión del espíritu se ensancha,
y el alma en el recuerdo se concentra.
En las manos la frente taciturna, sueño...
Sombras. Callada la arboleda.
Todo se ha ido...
En la quietud nocturna
el rumor de la fuente sólo queda.
Ismael Enrique Arciniegas