A MAGARIÑOS CERVANTES
Sólo y sentado en las desiertas lomas,
Te oí cantar al son de la corriente
Que sonaba en los juncos dulcemente,
Como escondido arrullo de palomas.
En los albores de la patria asomas
Con tu lira en la mano: se te siente
Desde lejos cantar. Blanca la frente,
Aún hoy tu lira melodiosa tomas,
Y llevas flores a las patrias ruinas,
Mandas al porvenir gritos alados,
Y el fondo de las tumbas iluminas
Por que se lean nombres olvidados...
Viejo bardo feliz: sueña en tu gloria
Eres el corazón de nuestra historia.
Montevideo, Julio 22 de 1884
Juan Zorrilla de San Martín