SONETO DE LA GRANADA
Es mi amor como el oscuro
panal de sombra encarnada
que la hermética granada
labra en su cóncavo muro.
Silenciosamente apuro
mi sed, mi sed no saciada,
y la guardo congelada
para un alivio futuro.
Acaso una boca ajena
a mi secreto dolor
encuentre mi sangre, plena,
y mi carne dura y fría,
y en mi acre y dulce sabor
sacie su sed con la mía.
Xavier Villaurrutia