LOS POEMAS SENCILLOS
A Max Jara
EL VIEJECITO DEL BARRIO
Allá va el viejecito que apenas se mueve
es un veterano del 79.
El encanto del barrio, lo miman como a un niño
y todos lo hacen víctima de su leal cariño.
Hasta el organillero de gratis va a tocarle
y todos se preocupan del modo de alegrarle;
pero pasa que a veces llora un extraño mal
la música y los mimos lo ponen sentimental.
En las noches se pasa en un continuo lamento,
soñando con la luna del campamento.
Los chicos y las niñas lo llaman el abuelo
saben su nombre antes de saber mostrar el cielo.
Fue muy pobre, muy triste, buscó en la guerra
a la Remediadora del dolor de la tierra,
pero todo fue inútil. Su anhelo de vagancia
de espacio, de infinito, de distancia,
no se calmó jamas, hasta que un dia
huyendo de la sombra de su melancolía
dejó la tristeza de su mal destino
dormida en el fondo de un vaso de vino.
Vicente Huidobro