EL PELO
El pelo surge y lucha;
brotó ardiendo. Oh milenios.
Allí quemó su origen.
(El cosmos, alumbrándose).
Por él el hombre aún arde,
abrasa sus orígenes
y aquí termina: humea.
Son rubias llamas, vivas,
morenas brasas, lenguas,
o rojas lumbres, altas.
El fuego, el fuego existe.
Mirad la frente hermosa
y ved su pelo súbito,
extraño, ardido, indómito,
crecer, crecer, sin tasa.
El humo está en los ojos,
rastrea aún en su barba
y oscuro quema en sombras
que, ocultas, aún abrasan.
Vicente Aleixandre