MEMORIA
Un bosque de veleros.
Te he preguntado si vivías.
El viaje, si vieras qué lisura
sobre el brazo lejísimos al frente...
Horizonte, horizonte.
Te he mentido,
porque hay curvas. Muchas,
Escúchame. Mi nombre es azucena.
No humedezco los dientes que pronuncian
aunque un viento de luz cierre los ojos,
roce la delgadez que los defiende.
Escucha, escucha. Soy la luz perdida
que lapidan las aguas en el fondo.
Soy tu memoria muerta por ios trópicos,
donde peces de acero sólido te imitan.
Vicente Aleixandre