otra vez
en lo alto de la noche
se me ha parado un nombre
tu nombre
pómulos importantes
flotan como navíos perdidos
por suburbios con riesgos
que la oscuridad trae
ha regresado un nombre
la lluvia escabullida
de sus dos sílabas
me ha lavado los párpados
y por los paños mentales de la noche
caen a plomo
las alas ya sin norma del sueño:
un trapo entre patadas
hasta el alba
nada tiene ahora tamaño ni colores
ni manifestación
solo llegan manotazos perdidos
a expulsar a esta cifra solvente
y sola,
que vuelve a proponer manjares
y luces ante una puerta
equivocada
y los alambres, despiertos de pronto,
del deseo
y el apetito bárbaro y sin nombre
(pájaro de la deshora)
Tomás Sánchez Santiago