EPIGRAMA
A UNA DAMA QUE SE ARREBOLABA
Lisarda, cuantos Pintores,
En su oficio consumados,
Consiguen ver celebrados
De su pincel los primores,
Ya te son muy inferiores;
Pues ninguno en arte tal
Posee el don especial
Y habilidad superior
De ser a un tiempo Pintor,
Retrato, y Original.
Tomás de Iriarte