UN CABELLO
No es mío su corazón,
Ni el manantial de pasión
Que filtra en sus ojos bellos:
¡Ay, todos mis bienes son
Una hebra de sus cabellos!
Puede un cabello tal vez
Ser joya de tanto prez
Que de un porvenir decida,
Ser el hilo de una vida
O el lazo de dos, pardiez.
En un cabello cualquiera
Venirse muy bien pudiera
Enlazado un corazón,
Y dar la medida entera
De un mundo de bendición.
Mas ¡ay! que mi hado enemigo
Es negro como él, y aún más,
...Cabello, ven te bendigo,
Que para ahorcarme contigo
Acaso me servirás.
1863.
Rafael Pombo