AGONÍAS
Tú conmigo, yo contigo,
Sin pecado y sin temor,
Dios por único testigo
Y por vínculo el amor.
A una lámpara oscilante
Como el astro del adiós,
Tú mi amante y yo tu amante,
Adorándonos los dos.
Sólo se oyen los latidos
Que dos pechos juntos dan,
Y los íntimos quejidos
Que muriendo en besos van.
Si un rojizo lampo elástico
Tu ojo ardiente reflejó,
Un relámpago fantástico
De otro mundo en él cruzó.
Rafael Pombo