DULCE MUERTE
Ven a mis brazos, vida de mi vida,
Ven a mis labios, miel del corazón;
Ven a este corazón que te convida
A hacer de entrambas vidas una vida
Y de entrambos un solo corazón.
Quiero palparte, ¡oh deidad!
Quiero ver si no eres sueño,
Visión de mi soledad.
¡Ven si en mundo tan pequeño
Cabe tal felicidad!
Si me amas, porque me amas,
O bien, porque me aborreces,
Ven a quemar al que inflamas:
Que siendo tuyas las llamas,
Las bendeciré mil veces:
¡Déspota, imploro tu yugo!
¡Diosa, te ofrendo mi suerte!
O, si matarme te plugo,
Ven delicioso verdugo
A embelesarte en mi muerte!
Ven, furia, y con tus abrazos
Exprímeme el corazón
Y rásgalo en mil pedazos:
Que del que muere en tus brazos
Siempre alcanzarás perdón.
1856.
Rafael Pombo