DANDO DÍAS AL MISMO
Hechos de pronto
Mi cabeza es una perpetua nevada
Que está cayendo sobre mi corazón.
¡Oh, si al menos lograra apagarlo!
MÍO
I
¡Un año más! Te felicito, amigo,
Vamos con el dolor con viento en popa;
Y un trago menos de tu amarga copa
Ya tienes que apurar.
¡Un año más! Un eslabón de menos
En la fatal cadena de la vida,
Y una esperanza más de ver cumplida
El ansia de acabar.
II
Bendice al tiempo, él es para el que sufre
El solo bien que la existencia ofrece;
Que si el placer con él desaparece,
También vuela el dolor;
Y a fuerza de sufrir consigue el alma
Postrarse hasta volverse indiferente,
Y si no siente el bien, tampoco siente
El propio torcedor.
III
No mires para atrás como el proscrito
Para engañar o distraer su duelo;
Vuelve la espalda al adorado suelo
Que ya el mar quiere hundir,
Y mientras llegas a la opuesta orilla
Donde te aguarda de la tumba el puerto,
Haz como yo: soñar, soñar despierto,
Soñar hasta morir.
Nueva York, julio 26: 1855.
Rafael Pombo