BAMBUCO
Soy dichoso en tus brazos,
Ídolo mío,
Como las tiernas aves
Entre su nido:
Y es cada beso
Un grano que devora
Con embeleso.
Hay para mí en las ondas
De tu regazo
El frescor de las brisas
En el verano:
Y son mis flores
Las risas y sonrojos
De tus amores.
Los perfumes del alba
Son los perfumes
Que en torno de tu cuerpo
Juegan volubles:
Y en cada aliento
De un nuevo sol de dichas
El alba siento.
La estrella dulce y triste
Cual la esperanza
Que en frente al sol que muere
Tímida se alza:
No, no es más bella
Que un adiós de esos ojos
Que son mi estrella.
Nueva York, noviembre 27: 1855.
Rafael Pombo