EL CIEGO EN LA CORTE
Fue un ciego a la corte un día,
Y como el rey le dijera:
«Qué aburrimiento, a fe mía,
Debe ser tu vida entera».
—«Grande, sí, le respondió,
Pero me aflijo algo menos
Al pensar que, como yo.
Tú ves con ojos ajenos».
Rafael Pombo