EL PALOMO DE FIESTA
El niño
—¿Por qué estás tan alegre.
Tan satisfecho,
Arrullando sólito
Desde aquel techo,
Y revolviendo
La cabeza a ambos lados
Como riendo?
El palomo
—¿Y tú mismo, niñito,
No estás contento
Viendo la fiesta hermosa
Del firmamento?
¡Ay! en tal día
Hasta el que llora, llora
Con alegría.
Rafael Pombo