EL ASNO DE FEDERICO
Yo no digo que Federico sea un asno,
sino que el asno de Federico es el único borrico dichoso que conozco;
y la mejor prueba que tengo de que su dueño
no es un borrico, es el exquisito cariño y la grande
consideración con que trata a este jumento
desde que era un buche, es decir, un jumento recién nacido;
y tal vez a causa de este buen trato el susodicho pollino
es el menos burro de cuantos he visto en mi vida;
de donde infiero que la única causa de que se hayan vuelto burros es la burrería
de los crueles amos y arrieros que no les hablan sino a palos.
También creo que Federico es valiente,
porque sólo un cobarde puede maltratar a un servidor tan humilde, tan inofensivo y tan bueno.
A veces me figuro que los animales son ángeles disfrazados,
y que el día del juicio hablarán todos ellos
y pagaremos muy caros esos malos tratamientos.
Rafael Pombo