TODO POR MI PATRIA
¡Bella es mi Patria! Sobre su ancho suelo
Vacio Natura las colmadas manos,
Y ni una estrella le negó a su cielo,
Ni un fruto a sus montañas y a sus llanos.
Amala el sol con especial desvelo,
Y cortéjanla entrambos océanos...
¡Oh! ¡si como es fecunda, y rica, y bella
Fuera constante y p¡róspera su estrella!
Pero así, tormentosa y vacilante
En su agitada y desigual fortuna,
Adoro en ella y la disculpo amante,
Y no la trocaría por ninguna,
Muchas por cierto van más adelante;
Mas le llega su turno a cada una,
Y si alguien me pregunta en mi camino
¿Quién eres tú? respondo: un granadino.
¿Y quién, audaz, por suya negaría
La patria que hizo a Caldas, sabio, santo;
La que a Vásquez dio lienzo y fantasía,
Y a Zea, orgullo, y a Mosquera, llanto?
La que a Caro infeliz oyera un día
Pidiéndola una tumba por un canto;
¡La que hizo en su libérrimo delirio
Ricaurte un altar con su martirio!
¡Patria, adorada Patria! el labio mío
Sólo halla para ti voz de alabanza,
Es tu felicidad mi desvarío,
Mi más dulce esperanza es tu esperanza,
De ser tuyo, y no más, yo me glorío;
Ser de toda mi Patria, es mi enseñanza;
Tu belleza y tu amor me hacen poeta;
¡Feliz tú si yo fuera tu profeta!
Bogotá, 1854.
Rafael Pombo