SUEÑOS
V
Como un ángel purísimo que apena
Toca la tierra con aérea planta
En éxtasis de amor contempla santa
El hombre a la mujer que lo enajena.
El, con su propia adoración se enfrena
Y el ajeno desdén bendice y canta,
Y ella, tanta virtud, ternura tanta,
A eterna burla y desamor condena.
Pero... ¡el ángel cayó! y encuentra el hombre
Hecho apetito vil su santo empeño,
Aire su dicha, y su querub... ¡un nombre!
Y despreciando al anhelado dueño
Hace que triste el corazón se asombre
Al ver que amor y que beldad son sueño.
Rafael Pombo