VEINTE AÑOS
¡Un año más! ¡y veinte de mis años!
Lo mismo que si fueran diez y nueve.
Yo no sé si ha pasado lento o breve:
Bien pudieran ser menos o ser más.
Mi vida es un Sahara sin oasis,
Cielo sin una nube y sin un astro;
No ve horizonte; no ha dejado rastro
¡Y va, sin adelante y sin atrás!
Un libro en blanco paginado apenas;
Un reloj que da horas y va andando;
La sombra de un dolor que va cantando
Y que no ha muerto, pero no vivió.
Es... es la nada... ¡abominable nada!
La nada viva, estéril pero hambrienta;
La nada, que devora y no alimenta;
Que por cuanto hay peor trocara yo.
Popayán, noviembre 7: 1853.
Rafael Pombo