HIMNO AL AMOR
(Fragmento de una leyenda titulada Luis Olivares).
¡Oh Amor! a cielo y tierra
Tú llenas con tu nombre;
De Dios tú hiciste un hombre
Y haces del hombre un Dios.
Tu cuna es la inocencia,
Tu arrullo la esperanza.
Tu duelo tu venganza.
Las lágrimas tu voz.
¿Qué fuera de los hombres
Sin ese dulce afecto?
¿Qué harían en sus horas
De ceño y soledad?
¡El huracán su vida,
Su pensamiento el hierro.
Su corazón el oro,
Su porvenir... un pan!
¿Qué de ellos si no oyesen
El labio compasivo
Que el brazo les suspende
Con súplica de amor?
¿Si los preciosos ojos
Que velan su destino
No ahogaran en sus lágrima
La hiel de su pasión?
Y ¡quién resiste el ruego
De cariñosa virgen;
Si la hace irresistible
Su misma timidez;
Si Dios hizo sus labios
Amparo de infelices,
Y es dicha su sonrisa
Y sus palabras miel!
iQuién es el que no evoca
En medio a su tormento.
Algún recuerdo amigo
De adoración y paz!
¡La luz de una mirada!
¡El hálito de un beso!
¡El eco de un suspiro!
¡Tal vez un ademán!
¡Oh! ¡dígase dichoso
El corazón amante;
No pida más al cielo,
Ni al mundo pida más;
Bendiga las traiciones,
La ausencia y el desaire,
Y mida el infortunio
De no poder amar!
Bogotá, 1851.
Rafael Pombo