POEMA COMO EL DESIERTO
El aire desdeñoso.
Ay el aire desnudo —distraído,
abierto, amoroso
desvelado, crecido—,
en su desierto transparente.
Amor de luna sola
perdida. Amor, amor; ya todo el mundo,
la llama, el viento, la ola,
el tránsito profundo;
la soledad del aire vagabundo.
Hoja, espina, amaranto,
mar sin partida. ¡Espacio! El mar, el mar
con su cuerpo de llanto
inmóvil, de otro mar
sin vida, ya encerrado en mí. El mar.
Sí, jazmín retraído,
mano triste, caballos, todo el viento.
Ay mi viento perdido;
en su flor de lamento,
oprimido; en su gozo, desaliento.
(Mi cuerpo derramado
junto a otros días, solitario; muro
de piel, de aire tornado.
Sueño de río puro
asomado a su centro, siempre oscuro)
Eternidad de sombra,
rosa de luz desierta, alta en su día
negro. Quien te nombra,
quién buscará un día
entre flores, el viento de otro día.
Ricardo E. Molinari