EL CORAZÓN DE UNA HERMOSA
I. RETRATO
Era el capitán don Juan
joven bello y decidor;
apuesto, rico y galán,
y por su porte y valor
llamado El gran capitán.
Dorados vinos bebía,
con esplendidez jugaba
y lindos trajes vestía;
y, calavera, pasaba
el tiempo en perenne orgía.
Como el héroe conocido,
que Espronceda nos pintó,
Don Juan nunca recordó
dinero por él perdido
ni mujer que abandonó.
Era nuestro capitán
en la esgrima gran maestro;
en los salones galán,
y en hacer saltar, muy diestro,
los tapones del champán.
En fin, por su corazón,
por su riqueza, hermosura
y ardiente imaginación,
era Don Juan la figura
de la misma seducción.
Manuel Reina Montilla