HIPÓTESIS DEL SOLITARIO
Una cotorra, un timbre postal, un gato, un perro,
algún espantapájaros cualquiera,
alguien que, si recibe una dosis de amor,
no segregue anticuerpos, no cree resistencias
sino que simplemente asimile. Asimile
sin intoxicaciones peligrosas
y sin alteración de su naturaleza.
Y luego, limpiamente,
elimine los rastros de la sustancia extraña
que el otro le inocula.
Rosario Castellanos