DE MUTILACIONES
Un día dices: la uña. ¿Qué es la uña?
Una excrecencia córnea
que es preciso cortar. Y te la cortas.
Y te cortas el pelo par estar a la moda
y no hay en ello merma ni dolor.
Otro día viene Shylock y te exige
una libra de carne, de tu carne,
para pagar la deuda que le debes.
Y, después. Oh, después:
palabras que te extraen de la boca,
trepanación del cráneo
para extirpar ese tumor que crece
cuando piensas.
A la visita del recaudador
entregas, como ofrenda, tu parálisis.
Para tu muerte es excesivo un féretro
porque no conservaste nada tuyo
que no quepa en una cáscara de nuez.
Y epitafio, ¿en qué lápida?
Ninguna es tan pequeña como para escribir
las letras que quedaron de tu nombre.
Rosario Castellanos