ESTROFAS EN LA PÁGINA
Valor de rabia mis pupilas nubla,
vela mi faz y mi razón embota,
en el cerebro las ideas hiervan
como brebajes de virtud donosa
en la marmita de la infante bruja;
el odio cuerpo de serpiente toma:
y ya —lauro cruel— mi frente ciñe,
negra, enorme y palpitante rosca,
me abraza en espiral y me contunde,
y hace espumar la cólera en mi boca.
¡Oh miserables que vivís a obscuras
sin que podáis alzaros de la sombra
y anheláis como el cuervo del poema
proyectar sobre el bardo la espantosa
oscuridad de vuestras alas, seres
que lleváis en el alma una mirtho,
morded la frente coronada en rosas;
sois la negra calumnia; sois la Envidia:
el platoniano cuervo de la sombra!
Bien estáis: en el pecho la perfidia;
pávido rostro; la mirada hipócrita;
en la diestra la piedra del escándalo;
la calumnia mortífera en la boca;
más, no me denigréis: si del poeta
con vuestra injuria provocáis la cólera,
él os culpirá con vuestra horrible
deformidad moral en sus estrofas,
os llevará el patíbulo en sus versos
y al escarnio y horror de la picota.
1° de mayo 1896.
Rufino Blanco Fombona