DATOS PARA UN INFORME
Paseaban sus trajes de colores,
provistos de bicheros,
alanceando rocas fracturadas
—guarida de los pulpos.
Yo me había sacado
éste que entrecomillo
de mís íntimas mangas:
«Y todo su dolor izó la vela
en el altorrelieve de un suspiro».
Este pulpo, esta imagen
fue todo lo que pudo
encontrar el bichero de mi pluma
en aquella jornada
de mar y de muchachos
con trajes de colores.
Y ahora que el poema ha terminado
pienso en las soledades de consumo
—soledades pasadas a cuchillo—
que no contabilizan los que llevan
tantos por cientos de nocturnidades.
Pedro García Cabrera