No sé si hoy las olas son distintas,
si el horizonte está en el mismo sitio
o si es mi sentimiento el que ha cambiado.
Me angustia este batir de espumas y rumores
que creo inútil para mis adentros
de sal y agua en hombre convertidas.
Esto no es soledad, sino silencio;
un silencio ancestral puesto a la sombra
de unas islas a las que amar es poco
si no se siente el gozo de abrazarlas
en la pura amistad de este silencio.
(1962)
Pedro García Cabrera